El desarrollo infantil no es sólo crecer y madurar, es un proceso de cambio mediante el cual los niños aprenden a lograr mayor complejidad en sus movimientos, pensamientos, emociones y relaciones con otros. La psicomotricidad es, esencialmente, “la educación del movimiento, o por medio de él, que procura una mejor utilización de las capacidades psíquicas que incluyen las intelectuales, otorgándole gran importancia a las experiencias sensoriomotoras y perceptivomotoras en el desarrollo de las competencias de aprendizaje”. Por ello, el objetivo del trabajo psicomotor no se dirige solamente a mejoras en las posturas, posiciones, actitudes y actividad motriz, sino también a introducir aprendizajes.
Para lograr esto, una herramienta natural que tienen los niños y niñas es EL JUEGO. A través de él, los niños construyen los conocimientos y significados y nadie puede sustituirlos en este proceso, es decir, lograr aprendizajes significativos. En esta construcción los niños realizan un doble proceso: de individualización y sociabilización, o sea, construir una identidad personal pero en el marco de un contexto social y cultural.
Si el niño tiene dificultades para hacerlo por si sólo, o como manera preventiva, existe una instancia que permite buscar y/o potenciar los aprendizajes significativos y la modificabilidad cognitiva; esta instancia es la Intervención Psicomotriz que es “El conjunto de acciones que se realizan a partir y a través del movimiento para promover el desarrollo armónico de la persona, la integración de sus diferentes funciones y el acceso y sostén de la comunicación, base de la socialización”. La práctica psicomotriz parte de la expresividad psicomotriz del niño y su espontaneidad, favoreciendo el desarrollo armónico y la formación de la identidad. 
El Encuadre que propone esta práctica brindar un espacio (sala de psicomotricidad) de experimentación en donde el niño puede desplegar su expresividad psicomotriz (en lo motor, cognitivo, instrumental y afectivo). El psicomotricista debe respeta el tiempo, las necesidades, la creatividad del juego y la expresión del niño, él pasará a ser parte de este tiempo y de este juego, y desde ahi partirá el trabajo de mediación para guiar al niño en su proceso de maduración.Nos puedes encontrar en facebook: Crecer Jugando
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